TERCER VIAJE DE VENUS
Por: David Arteaga 16/08/2021
Las manchas violetas cubren la desnudes de tu alma dorada por el viento.
Paisaje glorioso brilla antes del amanecer, en el último suspiro que recuerda tus besos momentáneos, instantáneos.
La oscuridad presume tu belleza y desfila el perfume en la piel una estela de amor. En el adiós de reminiscencias próximas. En la alegría de un poema.
Te atrapó Morfeo, liberó tus miedos te arropó con sus palabras enloqueció con tu sonrisa.
He andado e
ntre la felicidad entré nadando en llamas del fogón de leña, de matices grises y marrones y en el sabor del humo que ahoga los placeres y los exacerba.
Escucho tus latidos distantes, más allá del sol a la vuelta de una mirada, al respiro de un susurro, al cantar de los pájaros sobre las gotas de lluvia fría.
Ya es de día, a atardecido para decir adiós a las fantasías de tus pesadillas. Ya el rumor de la burla ha fallecido con los cables que cuelgan de los postes que conectan a tu cerebro.
Ya el cénit despertó, y el murmullo de tu hermosura fatigó el galopar de los caballos que l
levan el mensaje perdido entre las paredes de tu corazón.
Los versos escasean ya se el vaso está vacío y las cenizas de las caricias de tus manos, bañan los recuerdos inmunes al dolor.
Si la lluvia pasa, el arado rompe la puerta de madera, el arado no sembró el arado traslado los pesares los fecundó con el rocío de la hierba fresca, amarga un poco dulce.
Un misterio pregunto por tu nombre, huyó hacia el azul de felpa, se escondió bajo la cama, debajo de la almohada se perdió convencido del blanco de tú alma. Besó los pies de la lujuria, alcanzó a ver por encima del muro de huesos secos. Enlazo el eco de
tus pensamientos los hizo volar hacia el sol de Ícaro.
Hoy estás aquí, ayer estás aquí, y mañana está aquí, tu estás aquí.
El reloj extravió el tiempo cuando se bajó del bus ya nadie dijo nada, solo a la orilla los sapos rezan canciones aburridas, ya el pescador encontró el número de la suerte.
Comentarios